domingo, 23 de mayo de 2010

UNA ENTREVISTA (IM)POSIBLE



El tiempo premia, apremia y es el primero en escaparse. Ya se sabe que, como decían los latinos, el tiempo huye, aunque a veces se puede rescatar con las tres palabras mágicas de todo buen contador de cuentos -“Érase una vez…”-, cuatro palabras en otros idiomas menos mágicos -“Il était une fois”, “Once upon a time”, “C’era una volta”, “Det var en gång”…-, o peor en otras jerigonzas: “O data la un moment” (rumano) o “Von Zeit zu Zeit, es war einmal” (alemán).


Pues, como les venía diciendo ÉRASE UNA VEZ UNA ENTREVISTA (IM)POSIBLE a la reina del mundo del revés, a la escritora argentina más querida por los niños e infantes de decenas de países, a María Elena Walsh (MEW para los amantes de las siglas). María Elena, entonces bastante activa, quedó un miércoles de un frío invierno del 2005 con unos aprendices de periodistas, que por mor de retrasos aéreos (Iguazú tiene un aeropuerto que a veces los pilotos no encuentran en el mapa) no pudo celebrarse. Reporteros tenaces, insistieron en el 2006, en el 2007, en el 2008, en el 2009… bien por vía directa (“Estimada señora Walsh: Somos una revista española que intenta que los niños odien la poesía y los textos escritos, pero estos insisten en leer sus libros. Nos gustaría conocer a la causante de este desaguisado literario, a ser posible en un té con galletitas. Nos gustan los con. Un abrazo del derecho y del revés”), bien por vía indirecta: mire editorial que somos buenos, mire amigo de MEW que nos ponemos lindos para ir a verla, mire señoritas de compañía que llevamos bizcochos Canale, mire artista de la farándula amiguísima que sabemos sonreír y hacer monerías, “yo no sé por qué”.

Una entrevista que se demoraba -y se demora- y que bien pensado es posible. Veamos.

Nos encontramos en un precioso apartamento de la ciudad de Buenos Aires, en una terraza soleada desde la que se vislumbra un cercano y hermoso parque lleno de arbolado y desarbolados varios, de nombre Parque de Las Heras. Enfrente tenemos a MEW, célebre escritora para niños y grandes, creadora de personajes encantadores, una personalidad que trasciende fronteras con sus libros y sus canciones. Tiene unos bellos ojos azules que iluminan una cara amigable y muestran una mirada curiosa. MEW gusta del té, no en vano le viene de paterna tradición familiar, y de la charla pausada:

- Cómo surgió en usted la escritora…
- Uno sale de sus lecturas.
- Pero, algún aprendizaje…
- El aprendizaje empieza aprendiendo a copiar y eligiendo bien a los maestros.
- Y el éxito…
- El éxito o la respuesta del público es caprichoso.
- Como los niños, la infancia…
- En todo ser humano la infancia propia siempre es una fuente de riqueza muy grande.
- El idioma de la infancia…
- Es un secreto entre los dos.
- Me dijeron que en el reino del revés…
- Nada el pájaro y vuela el pez.
- Y un señor llamado Andrés…
- Tiene 1.530 chimpancés.
- Y los osos…
- Caben en una nuez y dos y dos son tres.
- Dame la mano…
- …y vamos ya.
- Gracias Mª Elena. ¿Le gustaron los bizcochos?

Esta mezcla de palabras de MEW en algunas de sus decenas de entrevistas anteriores y de versos de sus poemas quieren ser un brindis al sol, una invitación a todos los dioses que pueblan la madre tierra por la zona de Palermo (Buenos Aires), una llamada a todas las atenciones, pedir una oportunidad: ¡Quiero una entrevista! “Aquí hay un alma en pena hasta la próxima función”. ¿Funcionará?

2 comentarios:

  1. Si yo fuera MEW, te daría la entrevista YA. Pero... ¿cómo vas a conseguir los bizcochos?

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  2. Es super cierto el tiempo apremia y de verdad que hay que utilizarlo bien y bueno las entrevistas tambien pueden esperar al momemto adecuado

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