jueves, 5 de mayo de 2011

LANOCHE DE LAS LAURAS (IX PREMIO BARCO DE VAPOR EN VIVO Y DIRECTO)






Comenzar una crónica con el chiste fácil de qué cómodo es laurear a una Laura es algo que no se debe hacer. Es un recurso de malos enviados especiales, pero quizás exprese el ambiente habido en la entrega del IX Premio Barco de Vapor argentino ocurrida esta tarde-noche en la sala Julio Cortázar de la Feria del Libro porteña. Fue la noche de las Lauras, desde la presentadora del acto a las dos homenajeadas: Laura Devetach y Laura Escudero. Pero vayamos por partes, frase predilecta de Jack “the ripper”, un descuartizador que se hubiera sentido a sus anchas en la sala Cortázar (otro chiste fácil, perdonen) llena de literatura infantil.

Mi ayudante y yo nos sentamos en una esquinita de la sala junto a una silla con el letrero “Laura Devetach”. Estábamos emocionados: íbamos a poder charlar y juguetear (mi ayudante e hija tiene diecisiete meses) con la reciente premio Iberoamericano de Literatura Infantil. Mi ayudante jugaba con el letrero mientras yo, su padre, preparaba mentalmente presentaciones y disculpas, estas por si manchaba de yogur con cereales algún vestido. Laura no llegaba y el acto no empezaba. Alguna inquietud había en el ambiente; la gente más trajeada se movía inquieta sin poder disfrutar del pequeño cuarteto de cámara que interpretaba con brío a Mozart y al que pocos hacíamos caso (al cuarteto no a Mozart). En estas estábamos cuando atacando el cuarteto el tema de La paloma de Iradier aparece leve y sonriente la señora Devetach acompañada de su marido Gustavo Roldán. Sonrisas y tranquilidades. “Podemos empezar. Ya estamos todas las Lauras” se oyó.

Antes mi ayudante y yo ya habíamos podido hablar con Laura Escudero, exultante y con ganas de sacarse algún nervio de encima. Cualquier día de estos les ofrecemos una entrevista con tan prometedora escritora, una delicia de persona con muchas historias que contar, algo que hace maravillosamente en sus libros en especial en el premiado del día: El rastro de la serpiente.

La editorial SM, organizadora del acto cumplía diez años en la Argentina, y estaba orgullosa de sus laureadas. La primera de ellas, Devetach, fue invitada a decir unas palabras que fueron breves y enjundiosas; “Yo tengo muchos amigos al otro lado del libro” fue su comienzo para después confesar que “En la vida somos lo que recibimos y yo he recibido mucho”. Y dejó un conjuro final para sus amigos de vida, supongo que entre ellos estaríamos los allí presentes : “Cuando rompas una nuez, ojalá puedas leer el misterio de sus laberintos”. Linda Laura a sus 74 años de libros y vidas. Lástima que acabara sentándose lejos de su cartel y no pudiéramos felicitarla mi ayudante y yo, yo con alguna frase ocurrente -“Me ha puesto en un compromiso señora Devetach, me encantan las nueces y no sé que voy a hacer con ellas en el futuro, si comerlas o estudiarlas”-, mi hija con la palabra más bonita que conoce para expresar admiración: “Abu”.

Y tras recibir muchas flores, que acabaron a nuestra vera, llegó el motivo principal del acto. La presentadora del acto, Laura Leibiker, leyó el acta del jurado que tras hablar de justificaciones y finalistas se decantaba por la novela El rastro de la serpiente como Premio Barco de Vapor 2010 por ser “una historia que atrapa por el estilo narrativo y la temática”. Su autora, Alfonsina Stornik, presente en la sala con su nombre real de Laura Escudero, dijo unas sentidas palabras: “¡Cuánta gente!”. Tras ello continuó: “Lo primero (lo segundo) que quiero decir es mi orgullo y emoción por compartir escenarios y sala con Laura Devetach y Gustavo Roldán. Comparto con ellos tiempos e historias. Les admiro y son mis padrinos (literarios)”. Su galardonada novela “tiene que ver con la esclavitud y la lucha contra ella”. “Atender y captar la palabra de los otros es una forma de liberarse y, no es frase mía, la Literatura es la mejor forma de ser libres”. Linda Laura. Bello libro lleno de resonancias quechuas e historias que pudiendo ser reales parecen mágicas. Más flores.

Y se terminó el acto. Continuó el cuarteto tocando música de Mozart para acompañar rítmicamente la degustación de sabrosos canapés acompañados de jugos y vinos diversos en un cóctel que mi ayudante miraba con asombro: “No hay leche, papá”. “Hija, eso mañana en la entrega del Premio Mi lactante preferido de la editorial Sacaleches en el pabellón Blanco o Lácteo”. Lo que cunde una Feria del Libro.

1 comentario:

  1. Las fotos primera y tercera corresponden a la visita que Laura Escudero realizó al Instituto Pablo A. Pizzurno de Hernando (Córdoba, Argentina). (Véase: http://pizzurno.blogspot.com/2010/07/nos-visito-la-escritora-laura-escudero.html).
    La segunda corresponde a Laura Devetach.

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