miércoles, 25 de enero de 2012

LIBROS PARA PRIMEROS LECTORES (0-2 AÑOS) - 1 (I EN ROMA)

Tras colaborar a lo largo de los años con muchas editoriales españolas y portuguesas, en el año 2010 hice un trabajo para una editorial catalana cuyos responsables llevan dos años haciéndose el sueco (haciéndose el boludo por estos pagos), sin pagar lo estipulado. Aviso para navegantes, autores de textos, fotógrafos e ilustradores: editorial Somoslibros de Barcelona –o lo que es lo mismo Ediciones Bonal- NO PAGA A COLABORADORES. Son capaces de decirte y escribirte que “el hecho de que una editorial te incluya en un libro ya es una compensación” y no caérseles la cara de vergüenza (vergonya en catalán). La peligrosa autora de esta frase tiene nombre: Lola García (Mª Dolores García Rodríguez).

Perdonen la introducción pero como no hay mal que por bien no venga aquel material –no publicado- puede ver la luz en estas páginas. Fueron 31 libros para niños y niñas entre 0 y 2 años, es decir, desde el nacimiento a los 24 meses de vida. Son años –meses- que conviene rodear de afecto y de buenos libros. No es fácil, pero es una delicia ver a tu hija mirar ilustraciones con menos de un mes o pasar páginas sola con diez meses. Si en el baño tiene un libro de plástico, mejor. Si su cuna tiene libros de tela, óptimo. Si las padres fabrican con telas dibujos en formato libro, insuperable.

Portada española
Aquel trabajo no remunerado tuvo una selección de libros en gran parte ajena a mí (ya saben, la hermana de la editora que es pedagoga de desprestigio universal) que he tratado de reordenar y poner a mi gusto. Un gusto que es presentarles (fuera de programa, como dirían Les Luthiers) el libro para pequeños que más ha encantado a mi hija y a su padre. Un libro perfecto que se acompaña con una fanfarria y una nana que llenan de música unos textos muy sonoros y rítmicos, más unas ilustraciones alegres y llenas de detalles que muchas veces te descubren los lectores de estas edades. El porqué les considero lectores me parece algo por una parte obvio (reconocen imágenes, onomatopeyas, siguen una historia con el adulto y autónomamente, aprenden a dirigir su mirada de izquierda a derecha para captar todo, memorizan frases, se sientan solos con un libro que disfrutan…), pero eso queda para otra entrega.

Mesdames et Messieurs, el libro para primeros lectores (0-2 años) que más me ha gustado últimamente (pese a una adaptación discutible):

Tralalí, ¡vamos a dormir!
Texto e ilustraciones: Benjamin Chaud
Música: Laurent Sauvagnat
Adaptación: Gabriela Keselman
Editorial: Kókinos, Madrid, 2010. 12 €

Cuando un libro funciona, lo mejor es aconsejarlo y si entusiasma a tu hija de dieciocho meses, hay que difundirlo por todo el orbe literario para muy pequeños lectores. Escribo de un libro álbum que viene de Francia, de un joven autor (Haute-Alpes, 1975) que gusta llenar de colores a la cera las imágenes que van a ver e interpretar bebés a partir de pocos meses. En las Galias lo recomiendan a partir del año y la franja entre los 12 y los 24 meses puede ser la edad ideal de disfrute de una idea editorial que combina textos, ilustraciones y música.

Páginas edición francesa
La historia es sencilla: una serie de animales van haciendo sus pequeños ruidos para encontrarse en una gran fanfarria final donde primero un ángel y luego un sapo les harán dormir, este segundo con una nana. El desfile empieza con un pájaro carbonero (¿por qué no lo habrán traducido así dado el color negro del ave y su clara nominación en francés?) y sigue con un lobo, un oso, un orangután, un perro manejando un tractor y otros animales aéreos y terrestres, todos con su onomatopeya específica. El conjunto es un cuento acumulativo fácil de retener, al que ayuda la música que acompaña al libro, un Cd en el que se oye el ruido producido por cada animal en medio de un crescendo casi sinfónico. Una delicia. Imágenes y sonidos juntos hacen que el niño juegue y tararee, vea y se imagine lo que ocurre con gestos, participe y aprenda divirtiéndose.

Desfile de animales e instrumentos
Un álbum pensado y muy bien pensado, que se disfruta en compañía familiar y que lleva buena música a los oídos, buenas ilustraciones a la vista y unos textos llenos de ruiditos que fascinan. Por cierto, ¿por qué no se ha respetado el título francés original Tralali, la música de los pequeños ruidos? ¿Por qué la traducción cambia las onomatopeyas de los ruidos y las distancia de la idea original del álbum y de la música compuesta para cada animal? ¿Por qué quien traduce no tiene en cuenta que los animales caminan sobre nieve –algo obvio- y que un pequeño carbonero no hace sobre ella “crico, crico, crico”? ¿Por qué el ángel final parece una sirena en castellano –“uaaauuuu…”- cuando en francés lo que hace es un ruido de tormenta? Parece que desde los pocos años se tiene que sentir que un traductor-adaptador es un poco un traidor.

1 comentario:

  1. Me encantó esta entrada. Vergonzoso el capítulo de la editorial catalana. Deberíamos boicotear editoriales que se manejan de ese modo: no comprar ni recomendar sus libros.

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